Se llama así a los textos manuscritos acompañados de letras capitulares, decoración de bordes de página y miniaturas.
Si bien el término se utiliza para referir a los códices ilustrados con color, el término se acuñó para referirse estrictamente a aquellos volúmenes que fueron intervenidos con polvo u hojas de oro o plata (iluminados por el brillo de estos metales).