Cédula, en general con un grabado artístico, que se pega en el reverso de la tapa de los libros, o en la portadilla, página de derechos, al final de la obra, etc., para indicar el nombre del dueño o el de la biblioteca al que el libro pertenece. Los primeros ex libris que se usaron en los códices se escribían directamente en el colofón.